MANUEL GIRONA Y EL CASTILLO III

LA RESTAURACIÓN DEL CASTILLO ENCARGADA POR MANUEL GIRONA

Tras la compra del castillo de Castelldefels, y preocupado por su estado, Manuel Girona encargó rápidamente la restauración del mismo a Ramon Soriano i Tomba, que comenzó las obras en febrero y las terminó sólo cinco meses más tarde, el 31 de julio.

Fruto de su trabajo fue la rápida, pero poco profunda, rehabilitación de todo el castillo, tanto de espacios de dentro como de fuera. Las obras estuvieron claramente influenciadas por las teorías neogóticas dominantes en la época, como se ve por la decoración interior. Incluso en el exterior, en la parte superior de sus muros, se pueden ver toda una serie de almenas, matacanes y pequeños torreones en las esquinas de los mismos que no existían antes.

El aspecto actual exterior del castillo (y del recinto amurallado que lo circunvala) se corresponde básicamente con las obras de arreglo que mandó efectuar Manuel Girona, excepto en las pocas cosas que se han modificado por las obras de restauración de los últimos veinte años.
 
Maqueta del castillo, en la que se le ve a éste tal como quedó tras la
reforma pagada por Manuel Girona en 1897
    


La imagen actual externa del castillo es un poco el resultado de todo ello, con una gran cantidad de almenas ahora en sus edificios y pequeñas torres 'medievalizantes' en la parte superior de las esquinas de sus viejos muros que no existían antes de esta restauración de 1897.

Otras decisiones tomadas por Girona en relación al castillo fue construir un nuevo cementerio a finales del siglo XIX e inicios del XX en su actual emplazamiento. La fecha que consta en el cementerio Parroquial es la de 1897, justo el año de la compra del castillo por Girona. Este cambio de ubicación finalizó con la práctica casi milenaria de enterrar los vecinos y vecinas de la ciudad cerca de la iglesia del castillo.


Aspecto del viejo cementerio, tras dejar de ser usado como tal 
(J. Salvany, 1917)

También pagó la nueva iglesia que se construyó en el plano de la ciudad durante la primera década del siglo XX, en una zona deshabitada en ese momento (y que se corresponde a la actual Plaza de la Iglesia).


Con el nuevo cementerio y la nueva iglesia, el castillo y su iglesia de origen medieval quedaban para ser disfrutados sólo por Girona.


A pesar de haber sido desacralizada tras construirse la nueva, la iglesia del castillo mantuvo sus retablos barrocos de madera hasta la guerra Civil, en que fueron quemados.
  

Retablo barroco de la Iglesia del castillo,
situada en un lateral a la izquierda del transepto



 

Puerta de la antigua iglesia hacia 1917.
Se ve su estado de abandono (J. Salvany)

Retablo barroco de la Iglesia del castillo,
situado en el ábside central (J. Salvany, 1917)

La Sala institucional o Noble es la pieza que más destaca del interior. Cabe destacar la chimenea de piedra y escayola decorada con motivos vegetales y las iniciales MG en la campana, las barandillas que recuerdan los de la época medieval, los paramentos pintados con una cenefa formada por un águila combinada con dos flores de lúpulo y el escudo de Cataluña. También cabe destacar el friso que decora la parte superior de las paredes, de inspiración renacentista, donde se reproducen hojas de acanto y amorcillos con escenas de caza y en el centro el escudo de la Baronía de Eramprunyà. Aspecto de la Sala Institucional, tras la reforma de Manuel Girona en 1897.

Aspecto de la Sala Institucional hacia 1897


 
Hacia 1917 (Josep Salvany)

 
El comedor, hacia 1900, preparado para un banquete


 
El patio de armas y su gran escalinata hacia la Sala Institucional.
Un armadura guardaba su puerta...

 
Patio Armas hacia 1917 (J. Salvany)
 
Sala de Confianza
 
La puerta del patio de Armas, al poco de acabar la restauración de Girona


Hacia 1917 (J. Salvany)
La Sala de Esgrima está decorada en la parte superior por una serie de escenas formadas por medallones con máximas escritas abajo. Se complementan con bustos de emperadores romanos sobre pilares. En la parte inferior hay quince escenas más. Todas las escenas son reproducciones de grabados publicados en libros en el siglo XVII. Aspecto de la Sala de Esgrima, tras la reforma de Manuel Girona en 1897 La familia Girona nunca vivió de forma permanente en el castillo, pero celebrar muchas fiestas a las que venían las autoridades y familias más acomodadas de Barcelona y comarca.
 
Sala de Esgrima

Girona murió en 1905, pero su familia continuó teniendo la propiedad del Castillo hasta el año 1988 que el vendieron al Ayuntamiento de la ciudad.

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